La mirada de la grada y la mirada de la cancha

LOURDES – JUAN de la CIERVA’97

La mirada de la grada y la mirada de la cancha

Sábado 4 de abril de 2014, ya sabíamos que erais campeonas, pero aún quedaban dos partidos por jugar, uno hoy y otro después de las vacaciones de semana santa, así que había que salir a ganar. Como siempre estabais casi todas, solo faltaban Irene López por culpa de su rodilla, y Carla, que se había lesionado esa misma mañana en un partido amistoso del Torneo que se jugaba en el polideportivo del colegio, vaya mala suerte, porque además sufrió una fractura que no sólo le impidió jugar el partido, sino que no le va a permitir ir al viaje de Portugal con su clase, que sale el lunes 6 por la mañana. Por eso CARLA la crónica de esta victoria va especialmente dedicada para ti.

Y ahí estábamos otra vez, de pie, formando un corro, escuchando las instrucciones de nuestro “jefe”, juntando todas las manos en el centro y lanzando al aire, a la grada y a las rivales nuestro grito: “LOUUUUURDEEEES”, aun sabiendo que, matemáticamente, éramos campeonas, dispuestas a darlo todo en la cancha, dispuestas a ganar y dispuestas a divertirnos. Porque ahí está la base del juego que nos une, divertirse.

Desde la grada escuchamos vuestro grito, todas las manos juntas en el centro, y el coro de gargantas que grita “LOUUUUURDEEEES” antes de que el primer quinteto salte a la cancha. Ya desde el salto inicial se nota la diferencia, ganáis el primer balón y marcáis el ritmo del partido, movéis bien la pelota en ataque y enseguida empezáis a anotar. Y con una intensa defensa individual conseguíais que las rivales ni siquiera pasaran fácilmente de medio campo, tanto que varias veces perdieron la posesión por no hacerlo en los ocho segundos reglamentarios. Anotabais fácilmente, mientras ellas no metieron su primera canasta hasta la última jugada del segundo cuarto, que terminasteis ganando por una diferencia de treinta puntos.

El quinteto titular en la cancha, las demás en el banquillo con ganas de animar. Pitido inicial y el salto que este implica. Pese a no conseguir ejecutar con éxito nuestra jugada inicial, pronto recuperamos la situación, anotando con rapidez. Atacando con intensidad, consiguiendo marcar más de treinta puntos en los dos primeros cuartos, y defendiendo igual, consiguiendo que nuestras rivales no anotaran hasta el final del primer tiempo. Jugando con ganas, disfrutando en el campo.

Las rivales empiezan la segunda mitad del partido algo más enchufadas, consiguen la primera canasta y enseguida algunas más, pero en ningún caso consiguen remontar. Vuestra defensa sigue siendo intensa, varios robos de balón y contraataques que terminan en canasta. El entrenador del otro equipo administra como puede su escaso banquillo, que empezó contando sólo con seis jugadoras, aunque en el descanso se incorporó una séptima. Pero la intensidad que imprimen a su defensa hace que se carguen de faltas; incluso algunas excesivamente duras, como el “placaje” que le hizo a nuestra Clara una jugadora contraria, demasiado enfadada, que el árbitro sancionó con una falta antideportiva. A pesar de ello no consiguió empañar el ambiente de alegría que respirabais y que contagiabais a la grada. Aunque las contrarias estuvieron algo más efectivas en esta segunda mitad del partido, vosotras lo estuvisteis aún más, consiguiendo terminar el partido con un contundente marcador de 51 a 16, mayor diferencia que la que teníais al descanso.  

Enhorabuena, campeonas.

Marta y Vicente, jugadora y padre orgulloso.