Consiguiendo pequeñas metas

El sábado pasado pude estar en los dos partidos de nuestros nuevos equipos alevines. Por lo visto, ambos siguen progresando de acuerdo a sus posibilidades. Esta vez le tocó el madrugón al equipo masculino, no obstante se desperezaron mejor que sus rivales y tuvieron el premio de su tercera victoria, esta vez por 26-17. Un partido de muchos errores, típico de minibasket a las 9 de la mañana. El equipo tiró de sus señas de identidad, defensa a ultranza para recuperar balones y tiros, muchísimos tiros a canasta, de los cuales algunos caen dentro por pura probabilidad de éxito. Mucho que mejorar a pesar de la victoria, pero un 10 en actitud defensiva y una progresión a la hora de pasar el balón. Estos chicos consiguen que a veces parezca que hay 6 jugadores en cancha, llegan a todos los balones, se tiran al suelo... Eso no se enseña, se lleva dentro o no se lleva, y muchos de estos chicos lo tienen impreso en el ADN. Según nos vayan escuchando más a Irene y a mí la mejora se hará aun más evidente.


Al mediodía, el equipo mixto perdió 22-42. Una derrota acompañada de buenas noticias, como que esos 22 puntos se repartieron entre 7 jugadores/as. Nos habíamos propuesto un objetivo de 5 puntos por cuarto para llegar así a los 20 por primera vez y lo logramos en las últimas posesiones. También fuimos capaces de ganar un cuarto, segunda vez que lo conseguimos. Algo estaremos haciendo bien cuando acabado el partido algunos chicos/as nos preguntan a Irene y a mí si hemos ganado. En los primeros partidos la derrota era evidente incluso para ellos/as, optimistas por naturaleza. Pensándolo bien, hemos conseguido anotar 22 puntos en un partido y que nos anoten 26 en otro. El día que consigamos mejorar esos dos registros simultáneamente nos podremos ir un poquito más contentos a casa. A una semana del parón navideño, podemos estar orgullosos de nuestra nueva hornada de baloncestistas, ya que se divierten y mejoran partido a partido.


Adán