lunes, 14 de marzo de 2011

Lourdes B- 7 Ntra. Sra. de Lucero- 47. Jugando contra los mejores se aprende más.

Sigo experimentando nuevas sensaciones al frente de este extraordinario equipo. La última de ellas bastante frustrante, por cierto. Y no, no me refiero a la derrota contra Ntra. Sra. de Lucero, que era previsible, ni a la actuación del árbitro del partido que, ya en frío, calificaré generosamente de “confusa”. Y es que cuando llegas a casa después de un partido tan difícil como este, en el que tus jugador@s han sudado de lo lindo para anotar tres canastas y descubres que el chico de la mesa ha olvidado apuntar la última de ellas (además triple!!!), se te queda una cara de bobo impresionante. Y, claro, enseguida empiezas a pensar que una de tus funciones como entrenador es estar pendiente de que algo así no suceda, así que desde aquí pido disculpas a mis jugador@s por no haber mirado el acta en su momento, evitando así la desaparición de esa canasta que tanto les costó conseguir.
El caso es que digan lo que digan los resultados oficiales yo me niego a perder esos tres puntos y, como veis, los incluyo en el resultado del partido. Tomando como referencia el encuentro de la primera vuelta (16-67), nos habíamos marcado dos objetivos, uno de ataque y otro de defensa: Cualquier resultado en el que nuestro equipo llegase a 20 puntos y el rival no pasase de 50 podíamos considerarlo una victoria para nosotros, pues Lucero nos supera en talla, velocidad, compenetración y experiencia. A todos nos pareció un objetivo difícil, pero alcanzable si hacíamos un buen partido. Bien, es evidente que los 20 puntos nos quedaron lejos, muy lejos, y eso que en muchos de nuestros ataques llegamos a lanzar, pero unas veces la precipitación y otras la presión de la defensa rival hicieron que no pudiésemos conseguir canastas hasta el último cuarto del partido. Pero seamos positivos: nuestra defensa sí consiguió que Lucero no alcanzase los 50 puntos y hay que darle a esto el valor que merece.
Una lástima los entrenamientos perdidos por la lluvia los dos últimos viernes; nos hubiesen venido muy bien. Una lástima que el árbitro no tuviese su día, pero no siempre nos van a pitar los buenos. El mensaje que quiero transmitir a los chic@s es que hay muchos factores que no podemos controlar y que, en cualquier circunstancia, lo que tenemos que hacer es lo único que depende de nosotros: seguir jugando lo mejor que sepamos.
En un artículo que escribí a principio de temporada os dije que este equipo haría que os sintieseis orgullosos. El sábado, viendo a los chicos y chicas del Lourdes B corriendo y luchando por cada balón, sin perder el ánimo pese a que no nos entraba ni una e íbamos 40 puntos abajo, yo me sentí tremendamente orgulloso de ell@s. Y, como premio a su esfuerzo… les birlé una canasta.

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