MINIBALONCESTO LOURDES A 31 - JUAN SEBASTIAN ELCANO 27

Partido dificil el de la pasada jornada. A pesar de jugar contra el último de la clasificación, la victoria no fué cómoda. Sólo hay que ver el tanteo final. Aunque llegamos a ir 10 ó 12 puntos arriba, el equipo contrario nunca tiró la toalla y nos lo puso realmente complicado. El sábado pasado se aplazó el partido y llevamos dos viernes sin entrenar, a causa del mal tiempo. Creo que se notó y espero que volvamos a recuperar el ritmo.
Sigo echando en falta algo más de movimiento de balón. Más pases y menos carreras conduciendo la pelota. Es cierto que hay tres o cuatro jugadores rapidísimos en el equipo, lo cual es una maravilla a la hora de hacer el balance defensivo, puesto que siempre llegan a parar un contraataque. Pero, por otro lado, esa rapidez nos condiciona también en ataque. Muchas veces el equipo se rompe. La velocidad que imprimimos a las transiciones impide que todos participen en el juego. Hay veces que,
cuando la jugada ha terminado, todavía hay jugadores en nuestro propio campo, porque no les ha dado tiempo a subir, acompañando la jugada. Tal vez sea dificil luchar contra esto, porque esa aceleración es parte de su forma de jugar. ¿Cómo vamos a pedirles a los tres Danis y a Elías que "corran despacio"?. Pero creo que el intento marecerá la pena en bien del grupo. Cuando todos participan en el juego, la sensación de EQUIPO es mayor.
Me gustaría dedicar un comentario a uno de los jugadores del equipo contrario. No sé su nombre, ni recuerdo su número, pero ya le conocíamos de la primera vuelta. Entonces nos hizo 26 puntos de los 30 de su equipo. El sábado metió algunos menos, pero nos volvió a dar una lección, no por lo bien que juega, sino por su comportamiento en la cancha. Cada vez que le pitan falta levanta la mano para reconocerla, en vez de protestar. Cuando le hacen personal a él, es capaz de acercarse al árbitro y decirle que no le han tocado. En el primer partido, llegó a pararse en un contraataque (le pitaron pasos) para dar la mano a Elías, que estaba en el suelo al haber tropezado con él. Recuerdo que Don Angel se acercó a felicitarle. Es un auténtico ejemplo. Un verdadero deportista.

Roberto