El encuentro
de esta jornada se preveía complicado. Aunque el Lourdes llegaba invicto, nuestro rival solo había perdido un
partido.
El inicio
del partido estuvo marcado por una
fuerte defensa por ambas partes, supliendo las nuestras su menor altura bajo el aro con garra, lucha
y entrega en cada rebote.
Poco a poco las juveniles del Lourdes, mediante velocidad en
el juego, acierto en el tiro exterior, pocos errores y una ferrea defensa comenzaron a imponerse a
sus rivales escapándose en el marcador
con una facilidad que en ningún momento pensábamos que fuera posible dadas las
características técnicas de ambos
equipos y que solo era explicable viendo como el equipo estaba jugando como una maquinaria perfectamente engrasada
capaz de ganar todo y a todos, en la que
todas las jugadoras se consideran
importantes en el equipo y
ninguna se siente imprescindible .
En este periodo, las
nuestras enchufaron un par de triples, metieron casi todo lo que lanzaron sacando
al rival del partido, incluido su
entrenador. Los padres disfrutábamos en las gradas de un baloncesto de nivel que yo por un
momento pensé que estaba viendo el partido de la ACB de TeleDeporte.
Así llegamos al descanso con un marcador de 31-15 a favor de nuestras chicas. Le habían anotado
más puntos en medio partido que el equipo que más puntos le había hecho en un
partido completo.
La segunda
parte fue otra cosa muy diferente. El
Sainz de Vicuña planteo una defensa agresiva en zona a la que las nuestras no pudieron hacer
frente y ante la imposibilidad de anotar bajo aro se sumó nuestra nula
efectividad en el tiro exterior, unas veces por mala ejecución y otras porque
la bola no quería entrar. De esta forma nuestras rivales se fueron acercando en
el marcador y las juveniles del
Lourdes ante su dificultad para
anotar intentaron mantener su nivel defensivo y dar lo mejor que llevan dentro, terminando el encuentro con un meritorio
31-27 a favor de las nuestras.
En
resumen, un buen partido de baloncesto.
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