He de reconocer que fui el primer
sorprendido por la defensa planteada por el equipo rival. Esperaba una defensa
en zona, y nos propusieron una individual esperándonos en su campo, casi metidas
en el triple. A pesar de la sorpresa inicial, debimos reaccionar tomando la
iniciativa de atacar el uno contra uno, o de ofrecer bloqueos a mis compañeras,
cosas estas practicadas muy a menudo en los entrenamientos. En vez de eso, nos
encogimos y cada rebote o balón dividido era para ellas. Defendían con
intensidad, cargaban el rebote ofensivo, en definitiva, tenían ganas de ganar,
y al parecer nosotras no. Cambiábamos la defensa, pero ese no era el problema.
Teníamos una falta de actitud que yo no había visto hasta esta jornada. Perdón,
sí que la había visto, y fue justo en el entrenamiento anterior al partido. De
esa forma, perdimos los tres primeros cuartos, es verdad que no por mucho, pero
los perdimos.
En el último cuarto recuperamos
nuestro juego de presión y ataques rápidos. Alguna de nuestras jugadoras
entendió que sin atacar la canasta, difícilmente ganaríamos. De esta manera
logramos remontar el partido y conseguir la victoria por 2 puntos, lo que nos
permite seguir aspirando al campeonato. Pero eso será otra historia que
contaremos el lunes que viene. Los tres entrenamientos que tenemos esta semana
para preparar “la final” de este próximo sábado, nos tienen que servir para
reafirmarnos en nuestra filosofía de juego, es decir, juego alegre, atacar con
y sin balón, transiciones rápidas, buscar superioridad, en definitiva, creernos
que podemos ganar, merecernos ganar, y todo esto hacerlo en equipo.
Antonio Castrejón. Entrenador
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