Instalados en la montaña rusa

Empiezo a tener esa sensación de vértigo, de estar permanentemente en una montaña rusa en la que la diferencia entre estar arriba o abajo se mide en segundos. Así está siendo esta temporada en jornadas consecutivas e incluso, como ayer, en un mismo partido. Empezamos muy metidos en ataque, con un 2+1 y 3/3 en tiros libres. Eso, unido a una buena defensa que no permitió tiros fáciles del rival, nos hizo irnos 7-0 al descanso del primer parcial. En el segundo cuarto empezamos a renunciar a tiros en posiciones claras y, por tanto, la fluidez se fue desvaneciendo poco a poco. ¿Por qué en ocasiones tenemos miedo a tirar? En este juego, cuando un jugador está sólo a una distancia razonable del aro hay que tirar siempre, sin miedo a fallar. Fallar el tiro no es un error, el error es no tirarlo. Aún así, en defensa manteníamos el tipo y 13-6 al descanso. Durante el tercer cuarto llegamos a ir ganando 19-9 y ahí se nos apagó definitivamente la luz. De pronto, dejamos de correr hacia atrás (¿cansancio? imposible porque ayer estábamos todos) y empezamos a regalar canastas a los rivales, hasta tres en un suspiro, que pusieron el marcador 19-15 antes del último cuarto. Daba mucho miedito, porque en ataque volvía a no salir nada ya que olvidábamos una y otra vez respetar los espacios de los compañeros y así, ahogados en un mar de manos rivales, era imposible anotar una canasta. Tras dos despistes mas que supusieron el empate a 21, al menos tuvimos la fortuna de anotar una contra en el último minuto que nos dió el triunfo. Esa es la mejor noticia del partido de ayer: Al fin ganamos en un partido ajustado y nos quitamos ese peso de encima, y es que al finalizar el partido pude escuchar algunos suspiros de alivio en nuestro banquillo ("Por poco otra vez..."). Por exprimir al máximo los aspectos positivos del partido os diré que el banquillo animó mucho y bien a sus compañer@s, que es algo en lo que tambien nos hemos propuesto mejorar: menos reproches y más ánimos, que en este equipo no hay "estrellas" y todos estamos aprendiendo. Hasta la próxima. Adán