Lourdes B- 12 Juan de la Cierva- 31. Aprender a competir puede ser muy duro

De nuevo y por última vez esta temporada (afortunadamente), partido a las 9. Veníamos avisados de la última vez que jugamos tan pronto y, desde el calentamiento, hemos tratado de "activar" al equipo con ejercicios intensos de pase, bote y tiro. No ha funcionado. El equipo rival, bien organizado y con dos jugadoras realmente altas, nos ha enseñado como se defiende con agresividad, en el sentido más deportivo de la palabra. Con mucha presión sobre nuestros jugadores/as, al límite de la falta en algunos casos, se hacía muy dificil progresar hacia la canasta contraria. El resultado al descanso lo decía todo: 0-17. Yo he sido jugador y en situaciones así piensas "Tierra, trágame. ¿Donde hay un agujero para meter la cabeza?". Ahora podría tirarme un farol y deciros que durante el descanso aplicamos alguna técnica de motivación de algún prestigioso "coach" americano, pero para ser sincero os diré que no tengo ni idea de por qué durante la segunda parte prendió la mecha y el equipo empezó a funcionar. Un robo de balón en medio campo, una canasta en contraataque y los rostros de los chicos/as cambian. Es lo maravilloso de este deporte.
Mi conclusión es que aún no somos capaces de salir a jugar con la intensidad necesaria. Un dato revelador: en todo el partido hemos cometido tres faltas personales mientras que nuestro rival ha hecho catorce. La intensidad defensiva de uno y otro equipo ha sido muy diferente. Durante el descanso, los chicos/as se han dado cuenta de que no estaban haciendo cosas que sí hacen en los entrenamientos. Saben hacerlas, pero les falta creer que son capaces de aplicarlas en los partidos. Pienso que esto forma parte del aprendizaje y el resultado de la segunda parte (12-14) nos hace concebir esperanzas de que el camino que llevamos es el correcto. Un saludo y hasta pronto.

Adán