Era el primer
partido del año, y también fue el primer partido de Paloma y Mónica, que por
cierto lo hicieron muy bien.
Antes de empezar, nos llevamos una agradable sorpresa, ya que nos hicimos
unas fotos con un famoso jugador de baloncesto, Fernando Romay, y nos
hizo reír a todos.
Empezamos muy confiadas, algo que no era bueno. Tras el salto
cogimos la pelota e intentamos anotar, pero fallamos la canasta y el Lucero cogió
el rebote, recorrió todo el campo, tiro y metió la canasta.
Todas las que estábamos en el banquillo, echábamos una mirada a nuestras
compañeras que decía: ¡¡¡Podéis hacerlo!!!
Después en el segundo cuarto, tuvimos la oportunidad de poder entrar
solas a canasta. Nuestros rivales corrían mucho y nos hacían muchos
contraataques, no nos daban un respiro, nos hacían mucha presión cuando sacábamos
el balón y no nos dejaban avanzar a su campo, ellos se adaptaron mejor al
primer partido del año.
Fallamos mucho en rebotes y defensa. En ataque no estabamos mal, pero
como nos dijo Irene, se notaban los polvorones y el turrón.
En fin, del partido no nos fuimos tristes, nos marchamos contentas
sabiendo que esos fallos que tuvimos los íbamos a mejorar entrenando y en el próximo
partido.
Estoy segura de que esta semana será muy dura en los entrenamientos.
Y recordad, lo importante no es como se empieza sino como se acaba.
No somos señoritas somos guerreras.
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