Como se presumía, el encuentro
contra el San Miguel Masada fue un mero trámite, dicho esto con el mayor
respeto posible. Con ese respeto, jugamos el partido como lo haríamos contra
cualquier otro rival, terminando con un resultado a nuestro favor de 84 a 4.
Desde el punto de vista del entrenador, estos son partidos difíciles, pues
tienes que tratar de equilibrar las ganas de tus jugadoras para que no resulte
en ensañamiento. El mismo árbitro me comento que a él también le estaba
resultando difícil, pues no quería parar el partido más allá de lo
estrictamente necesario.
Como aspectos más positivos,
comentaremos que en esta jornada consiguió su primera canasta Ana B., y que
incorporamos a nuestro equipo a Noelia en la posición de base, y que nos
ayudará sin duda a jugar un poquito mejor y probablemente más rápido.
En el lado negativo, resaltaré la
insatisfacción de alguna de las chicas por su (según ellas) mal rendimiento en
el partido. Sobre este tema he de deciros que nadie debe echarse sobre la
espalda ninguna responsabilidad más allá de intentar ayudar al equipo en todo
lo posible. Ya sabéis que siempre os digo que las canastas que consigue una
jugadora no son suyas, si no del equipo. Y además es probable que haya anotado
esos puntos gracias a recuperaciones, rebotes o asistencias de otras
compañeras. Este año el equipo lo forman chicas de 4 edades diferentes, y creo
que nos hemos adaptado a esa circunstancia muy rápidamente y bien. Y tenéis que
tener muy claro que tiene que ser divertido. Y si un día no puedo disfrutar con
mis canastas, he de hacerlo con la de mis compañeras. Eso es ser un equipo.
A partir de este momento, empezaremos
a preparar la parte final de la temporada, esperando terminar como primeras
esta fase de la liga, y empezar con algo de ventaja la segunda fase.
Antonio Castrejón. Entrenador
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